Para poder subir, o madrugamos mucho, o de lo contrario tendremos que dejar el coche en uno de los numerosos aparcamientos que hay, y desde cualquiera de ellos subir en los autobuses que durante todo el día suben y bajan hasta los lagos.
Una vez te montas en el bus, comienza una subida de curvas y mas curvas en las que parece que vas a salirte de la carretera. En muchas de ellas los autobuses tienen que esperarse entre ellos, ya que sólo en alguno de los tramos pueden pasar 2 vehículos.
Cuando coronas el puerto, y desde lo alto, ya se pueden ver los lagos. Yo personalmente me los imaginaba bastante más pequeños.
Nosotros tuvimos bastante suerte, ya que cuando llegamos la niebla no dejaba ver demasiado, pero poco a poco fue levantando y pudimos observar los diferentes valles que rodean la montaña.
Hay muchas rutas para poder patear. La más transitada es la que rodea el lago más grande, pero también hay otras con menos afluencia de gente, en la que se peude ver como eran las antiguas minas de carbón , e incluso tenemos un centro de información/ interpretación del parque, que es recomendable visitar, por lo menos la primera vez que llegas, para saber por donde quieres moverte y saber todo lo que este lugar te ofrece.
Las vistas son espectaculares, mires hacia donde mires ves naturaleza en estado puro, así que si teneis oportunidad, no dejeis de visitar esta parte de Asturias.
Bueno Anita, al final mereció la pena el paseo no?? Lo peor fue cruzar el último tramo, que casi nos cuesta un remojón, menos mal que seguimos aquella parejita que si no todavía estmos rodeando el lago por la carretera.
Bueno, espero que os haya gustado, nosotros lo pasamos en grande y espero volver algún día.
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